Estamos muy agradecidos por las oportunidades que nuestros hermanos y hermanas de CM tienen en Turquía. Las congregaciones y comunidades están creciendo y prosperando. Sin embargo, esto no ocurre sin que hubiera cierto grado de resistencia por parte del gobierno. Dado que Turquía oficialmente garantiza la libertad religiosa, las autoridades intentan interferir de manera indirecta. Durante los últimos años, Turquía ha adoptado cada vez más medidas contra los extranjeros que testifican su fe cristiana, y contra las personas que trabajan en un ministerio cristiano. De forma creciente, son denegadas las autorizaciones de entrada al país, incluso a ciudadanos turcos de origen extranjero y a otras personas, así como las expulsiones.
El Tribunal Constitucional de Turquía, con sede en Ankara, ha declarado como legal la expulsión de nueve cristianos extranjeros por una mayoría de 7 a 6 votos. Las personas fueron declaradas culpables de supuestas “actividades misioneras”. Los nueve demandantes forman parte de los más de 30 cristianos extranjeros que han recibido un código “N-82” de las autoridades turcas por ser “religiosamente activos” en el país. El código “N-82” clasifican a los cristianos como un “riesgo para la seguridad nacional”. Las nueve personas recientemente expulsadas, ahora pueden apelar el veredicto ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Desde 2018, ha habido 185 cristianos expulsados o sin autorización de entrada al país, incluyendo cónyuges y familiares de ciudadanos turcos.
Oremos por nuestros hermanos y hermanas en Turquía para que sean fortalecidos por el poder del Espíritu y la protección del Todopoderoso.